Las 5 Mejores Sillas de escritorio - Jun 2019

La espalda sufre mucho en el día a día, por lo que cuidarla comprando una buena silla de estudio es una de las mejores decisiones que puedes tomar. No es un tema baladí y en los últimos años se han fomentado tendencias diferentes en cuanto al uso de sillas de oficina, como que se deben combinar con escritorios extensibles que permitan trabajar de pie en ciertos momentos o la aparición de sillas muy distintas a las que sueles usar pero con diseños más extraños.

Si necesitas nuevo mobiliario de oficina, en The Best 5, el único recomendador inteligente de productos de Internet, contamos con un comparador de precios donde aparecen las mejores sillas de escritorio del mercado online. La elección de estos productos se basa en las opiniones sobre sillas de escritorio que los consumidores han dejado en la red, comentarios que analiza nuestro algoritmo, creado a partir de inteligencia artificial y big data.

Para que puedas identificar un buen sillón ejecutivo vamos a realizar un repaso de las partes más importantes en las que debes fijarte y cómo debes cuidar tu cuerpo al usar una silla para evitar problemas mayores.

Partes importantes de una silla de oficina

Para saber si una silla va a ofrecerte la máxima calidad posible debes analizarla por partes, ya que algunas importan más que otras. Pero no sólo evitar dolores depende de la silla, tu postura corporal es igual de clave para que al acabar tu jornada laboral tengas esa típica molestia en los lumbares o cuello que incluso te provocan que duermas mal durante toda la noche.

Aunque parezca sencillo, comprar una silla de ordenador puede ser un proceso complicado, son muchas partes las que forman parte de este mueble de oficina, pero con la salud no se juega y llegar a una decisión firme a la hora de comprar una silla para oficina va a traerte más alegrías y buen humor para afrontar los problemas del curro sin dolores molestos.

Asiento de silla ergonómica

El asiento es donde al fin y al cabo van a descansar tus posaderas, por lo que debe ser lo más cómodo posible. Una de las claves es que se pueda regular su altura, así tendrás la opción de adaptar la silla giratoria a la mesa en la que trabajas. Aquí tienes que tener cuidado con la regulación, si la colocas demasiado baja puede que acabes con dolor lumbar al final de día.

En cambio, si la sitúas muy alta seguramente te provoques molestias en las vértebras y parte alta de la espalda. Un punto añadido para ganar estabilidad es que la posición del asiento se pueda variar con respecto al respaldo de la silla de estudio, un matiz que te ayudará a que el abdomen siempre esté liberado y no moleste después de comer.

Ahora bien, el tamaño del asiento no debe ser ni muy ancho ni muy pequeño, lo ideal sería que pudieras sentarte cómodamente con un poco de hueco a los lados. Ten en cuenta que la parte delantera del asiento debe siempre tener una inclinación hacia el suelo, una forma que favorece a las rodillas y a la circulación de la sangre por las piernas, unas partes del cuerpo que también suelen sufrir bastante cuando estás sentado mucho tiempo sin moverte.

Respaldo

Decíamos que el asiento de los sillones de oficina era una parte clave, pero el respaldo es quizás la más importante a tener en cuenta para adquirir un sillón para el trabajo.

Como punto de partida debe adaptarse totalmente a la espalda y ser un punto de apoyo para los lumbares. Para que una silla ergonómica sea realmente buena debe tener un respaldo regulable en inclinación y que puede modificarse en términos de firmeza y movilidad. Con esto nos referimos a que el respaldo de la silla de trabajo se puede mover hacia atrás de forma flexible o configurarlo para que se mantenga fijo en una posición ventajosa para la espalda.

En el mercado encontramos dos tipos de sillas de ordenador cuya diferencia radica en el respaldo. Las primeras son las basculantes, más orientadas a jornadas de trabajos cortas. Pero si te pasas unas 8 horas o más delante de una pantalla lo mejor es que compres una silla sincronizada, compuesta por un respaldo que bascula y se mueve junto con el asiento, ya sea para adelante o para atrás.

Con este modelo de silla ergonómica evitarás problemas en la columna vertebral y los abdominales. La altura del respaldo es otro punto importante a valorar. Su longitud debe cubrir toda la espalda, de eso no hay dudas. Si además puedes añadir un reposacabezas para que la columna no se encargue de mantener todo el peso de la cabeza durante toda la jornada laboral.

Reposabrazos de las sillas de escritorio

Muchos modelos de sillas para escritorio no los incluyen, pero los reposabrazos realizan una función más importante de la que parece. Ayudan a conseguir una postura más cómoda durante el día, dando descanso a los brazos y consiguiendo que no estén todo el rato en tensión para escribir en el teclado.

La posición correcta de los antebrazos de las sillas de oficina baratas deben mantener los brazos en un ángulo de 90 grados con respecto a la posición del ordenador. Ciertos modelos tienen una ventaja añadida, que los reposabrazos se pueden mover para darles la posición con la que más cómodo trabajas.

Nunca los reposabrazos de los sillones de oficina pueden apretar en las caderas o impedir acercarte a la mesa. Muchas personas consideran a los reposabrazos más como un estorbo donde encima puedes hacerte daño, como pellizcarse la piel de los brazos.

Base de los sillones

Una silla de escritorio Carrefour o Ikea sin ruedas ofrece más desventajas que facilidades para estar cómodo en el entorno de trabajo. Con las ruedas puedes moverte de una mesa a otro para conversar o ayudar a un compañero, además no tendrás que cogerla en peso y hacerte daño en la espalda para cambiarla de sitio.

Para evitar caídas, la base de las sillas de estudio disponen de 5 ruedas o puntos de apoyo, así no se produce ninguna desestabilización por cualquier lado y siempre se mantiene la silla firme.